Alvaro Leiva, secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) presentó la denuncia contra Ortega, su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, la jefa de la Policía Nacional, Aminta Granera, y autoridades policiales de las localidades donde fueron reprimidas las protestas.
La acción presentada por la ANPDH junto a la Comisión Permanente de Derechos Humanos responsabiliza a las autoridades por los muertos, heridos y desaparecidos de las protestas.
Leiva explicó que la acción presentada ante el Ministerio Público insta también a la Asamblea Nacional (congreso) a levantar la inmunidad a Ortega y los otros acusados para que puedan enfrentar la denuncia en los tribunales.
Blindaje a favor de Ortega
El parlamento nicaragüense está ampliamente dominado por legisladores afines al gobernante Frente Sandinista (izquierda), de Ortega, por lo cual es poco probable que acceda a levantar la inmunidad al presidente y sus allegados.
La represión de las protestas iniciadas la semana pasada contra una reforma a la quebrada seguridad social del país despertó fuertes condenas internacionales.
Leiva admitió la posibilidad de que la demanda presentada ayer no prospere en la justicia de Nicaragua, controlada por Ortega, pero dijo que en tal caso lo llevaría a foros internacionales.
“En caso de que no proceda, que no se tome ninguna acción en Nicaragua, se está dando el camino en los tribunales internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la ONU”, adelantó el activista.
La directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, aseguró a la AFP que el gobierno incurrió en “una violación masiva de derechos humanos” durante las protestas.